martes, 27 de noviembre de 2012

Secuestro virtual en las redes sociales


Colocar cualquier tipo de información personal en las redes sociales está de moda, parece una competencia para ver quién revela más detalles de su vida. Decir que viaja a Europa, a China o a Los Roques puede resultar peligroso. Escribir que tiene carro nuevo y que su celular es un Iphone resulta más peligroso todavía. Es por eso que el pasar tiempo de ocio en las redes sociales a veces no es tan beneficioso.
Mientras algunos trabajan y otros van a la escuela hay cientos de personas que examinan todos sus movimientos, saben en dónde estudia, a que hora sale de clases y a que hora llega a su casa. Igualmente indagan en donde trabaja y un aproximado de cuánto gana. Eso se le suma que si tiene un carro de los últimos tres años, un buen teléfono celular y vive en urbanización o edificio se está convirtiendo en una presa fácil de extorsión o secuestro. Más aún si tiene un negocio propio, es el blanco más jugoso para los delincuentes.
Todo este tipo de datos en su mayoría son conocidos por el movimiento de actividades que presente en sus cuentas de redes sociales. Los nuevos equipos telefónicos de gran tecnología tienen acceso a Facebook, Twitter, Myspace y otro tipo de aplicaciones que permiten que divulgue todo lo que hace a cada minuto, hasta incluso permiten subir fotos del lugar en donde está y con quién.
Lo que muchos no saben es que no hay nada más fácil que crear una cuenta falsa en este tipo de redes, al igual que hackear una de ellas. De este modo, aunque tenga un perfil privado, ingresarán y se apoderarán de todos sus datos, conversaciones y fotos personales.
Datos que sirven para el delito de chantaje y, en el caso más grave, de extorsión. Juan Carlos Villegas, licenciado en Criminalística y experto en informática forense, comenta que en los últimos dos años ha habido "un incremento excesivo de delitos informáticos en las redes sociales y a través de los teléfonos celulares se han visto muchos delitos, como las amenazas por mensaje de texto y llamadas telefónicas".
Para el año 2008 y 2009 se manejaban un aproximado de 15.000 denuncias relacionadas a delitos informáticos al año, en promedio más de 1.000 denuncias mensuales, con respecto a todo tipo de denuncias que guardaran relación con la informática.
Villegas explica que las redes sociales son específicamente para socializar, para intercambiar información, maneras de pensar, géneros. "Los delitos vienen cuando subutilizamos las redes y colocamos información confidencial que pueda comprometernos a nosotros mismos o a nuestras familias, como colocar números de teléfonos, dirección de vivienda, lugar de trabajo, lugar donde estudió, fotografías donde se muestran propiedades, es allí donde caemos en la negligencia de ofrecer información a terceros para que la puedan utilizar como un hecho punible".
De esa mala utilización de las redes es de donde proviene la extorsión, ya que cuando le llaman y le dicen: "Sabemos dónde vives, tienes un carro modelo tal, tienes tres hijos y trabajas en tal sitio", esa información por lo general la extraen de las redes sociales.
No es que no se tenga una red social, pero Villegas recomienda hacer un buen uso de estas, como no aceptar gente que no conozcan y no divulgar datos personales. "Debemos publicar la información básica, no colocar una biografía de nuestras vidas". Si se sabe cómo usarlas sirve de gran ayuda para mantenerse comunicado con aquellos que tiene lejos.
En el rango de denuncias la que según el licenciado encabeza las cifras son los delitos por redes sociales, luego le siguen las estafas por celular y las ofertas engañosas por páginas de Internet.
Secuestros virtuales
Los cuerpos policiales están haciendo bien su trabajo o así parece, los delincuentes ya no se atreven a secuestrar tanto como en años anteriores debido a la efectiva respuesta de los cuerpos policiales con respecto a los casos. Ya no es suficiente el chantaje o extorsión para ellos, ahora realizan lo que se llama un secuestro virtual, este consiste en una especie de estafa que se basa en llamar por teléfono o avisar de alguna manera a un familiar de la víctima que esta está secuestrada, y que sino pagan la suma de dinero requerida en menos de 12 horas lo van a matar.
La trampa está en que en realidad la persona no fue secuestrada y se basaron en datos públicos tomados de Internet, específicamente de las redes, habiéndose enterado como por ejemplo que esa persona en ese momento o por varios días no se encontraba en su casa, todo esto suponiendo o averiguando de alguna forma que sus familiares o allegados no lo sabían.
Las familias se asustan y entran en estado de shock por lo que en muchas ocasiones ceden a pagar por rescate. Este tipo de secuestros muy pocos son denunciados ya que pasan en menos de 24 horas.
Otra modalidad
El pasado 6 de abril fue publicado por medios nacionales la noticia sobre una familia que había sido víctima de un "secuestro virtual" en Los Teques.
Al parecer, los autores ubicaron a la familia a través de un anuncio de venta de un apartamento en el centro de la capital mirandina. Los delincuentes se hicieron pasar por compradores del inmueble y así lograron averiguar datos de la familia.
Todo resultó ser un engaño, los secuestradores planificaron todo con suma cautela. Citaron a los padres y aprovecharon que ambos viajaban en carretera para llamar a los hijos de la pareja e informarles que sus padres habían sido secuestrados, les exigieron que sacaran todos los objetos de valor, incluyendo dinero en efectivo y otras pertenencias para ser entregados en una calle solitaria de Maracay, a cambio de la liberación de sus padres. Luego a los padres les dijeron que sus hijos habían sido secuestrados.
Una vez que los jóvenes salieron de su residencia, los padres recibieron otra llamada donde se les alertaba del secuestro de sus dos únicos hijos.
"Como al llegar a su residencia encontraron todo revuelto, los progenitores creyeron la versión de los maleantes", dijo la fuente policial.
Después de haber dejado las pertenencias en el sitio acordado, los muchachos decidieron llamar a la casa para comunicarse con otros familiares, ya que no habían concretado la entrega de sus padres y ya habían entregado todo lo pedido.
Fue entonces cuando se enteraron de que todos habían sido víctimas de un engaño, que les costó la pérdida de sus objetos personales y unos cuantos millones de bolívares en cosas del hogar. 

Con respecto a este tipo de casos Juan Carlos Villegas, experto en el área, asegura que se debe tener mucha cautela con ese tipo de avisos publicados en prensa, Internet, revistas o en cualquier otro lugar, ya que suelen suceder este tipo de casos más a menudo de lo que se cree. Este tipo de modalidad ocupa el tercer lugar en el rango de denuncias en Venezuela.

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